miércoles, 10 de noviembre de 2010

"Gregorio Iglesias Mayo". Galería Ángel Romero


      Lo que en principio llama más la atención al entrar en contacto con los cuadros es la impresión de oscuridad y lo siniestro que emana de las obras de este artista catalán.

     La galería está dividida en dos plantas. En la superior encontramos una serie de óleos llamada "Metro", único título existente, puesto que los cuadros se nombran por números. Se compone de una serie de obras, casi todas en blanco y negro salvo dos excepciones, en las que el pintor añade manchas rojas, naranjas, verdes y rosáceas, que refuerzan el impacto visual. En estos lienzos podemos apreciar una visión un tanto tétrica de lo que este medio de transporte genera en el autor. Los cuadros son de una iconicidad media, en los que intuimos figuras humanas, oscuras, dentro de túneles,...una sensación de asfixia por momentos. Algunas de estas figuras aparecen colgadas de casi imperceptibles lineas simulando estar ahorcadas en las insatlaciones del metro. La perspectiva y la profundidad de las obras ayudan a crear esta sensación de ahogo. Sus trazos no son limpios, sino más bien está todo un tanto bruto, con gotarrones de pintura que caen por el lienzo, trozos de material incrustados, pegotes de óleo...incluso en algunos de ellos hay palabras o frases escritas aparentemente con carboncillo que generan más sensación de suciedad.

     Personalmente la obra me ha llevado a una especie de complicidad con el autor. Mis viajes en metro son verdaderos "viajes" en los que no puedo evitar sentir una especie de escalofrío cada vez que miro alrededor, cada vez que veo esas caras serias, grises, casi sin vida, de la mayoría de las personas que están en el vagón. Fecuentemente me pregunto ¿serán felices?, ¿qué les pasará por la cabeza? ¿tendrán problemas muy graves? Y una vez más llego a la conclusión de que, por muy distintos que nos creamos, todos somos en cierto modo iguales, y en cierto modo, todos nos creemos el ombligo del mundo.


"Metro"



     En la planta baja de la galería se encuentran otras obras del autor que nada tienen que ver con la temática anterior. Se trata de cuadros de dimensiones impresionantes (algunos de 200X200) también pintados en óleo. La mayoría de ellos forman parte de dos series, "Espacios interiores" y "Homenaje a mis maestros". En esta última podemos ver lo que representa la Última Cena con un grado de iconicidad de los elementos que la componen bastante bajo, ya que es en las manchas que vemos en el lienzo donde podemos intuir lo que serían las figuras y rostros de personas. El mismo estilo, sin embargo, en ambas series,que en la serie "Metro": oscuridad, suciedad, manchas, rayajos, frases escritas (como "en el oceano del cielo"), trazos de carboncillo, blanco y negro...

                                                                 "Espacios interiores"






                                                                                         "Homenaje a mis maestros"



     Estas dos series no me han generado prácticamente nada, excepto una sensación de magnificencia por el tamaño de los lienzos. Ah! Y también por el tamaño de sus precio, que oscilan entre los 4.500 euros y los 25.000. ¿Quien decía que el arte no tiene precio?

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