lunes, 30 de mayo de 2011

Cargas.

     El último trabajo para Fundamentos de la Pintura. Teníamos que emplear cargar en un bastidor armillado que nosotros mismos fabricamos.

     Colocados los tablones de madera como en el primer bastidor que hicimos, lo siguiente fue rascarlos con algo cortante y hacer lo mismo en el tablero de contrachapado de las mismas dimensiones, por el lado en el que iba a unirse con los listones. Colocamos cola blanca o acetato de polivinilo en grandes cantidades y unimos. Mantenemos la presión con 8 gatos, limpiamos la cola que salga por los bordes y dejamos secar durante algún día. Después se lija y se le dará a todo el bastidor un par de capas de imprimación (polivinilo+creta+pigmento blanco+agua en iguales proporciones). Así quedará la parte posterior:




     Para este trabajo decidí emplear una técnica que estudiamos anteriormente, la encáustica, y como cargas hacer un transfer, cadenas y etiquetas.

     Lo primero fue dar una capa a la plancha con acrílico cobrizo y solté pigmento cobre en polvo para que tuviera zonas más saturadas de color. La intención fue que al abrirse la cera aplicándole calor, ésta dejara entrever ese fondo envejecido.




     Realicé heridas en la madera para que absorviera más la cera y potenciara la sensación de envejecimiento.

     Reservé la zona donde iba a ir el transfer de una foto (que me hice y retoqué) aplicándole una capa de cera blanca para que no influyera en el tono de la impresión. Coloqué la fotocopia de toner realizada una hora antes (es aconsejable no dejar pasar más de 4 horas) y presioné con un objeto redondo (en este caso una cuchara de metal) muy concienzudamente por toda la superficie, intentando que no quedara ninguna zona sin "empotrar". Hay que tener en cuenta que si no se hubiera tratado de encáustica como base para el transfer, deberíamos haber dado una capa de imprimación al soporte (1 volumen de acetato de polivinilo por 1 de agua) y al retirar el papel otra capa (20% acetato y 80% agua) para evitar el tono blanquecino de las fibras del papel.

     Al resto le di una pimera capa de cera teñida con el pigmento cobre empleado anteriormente. Incrusté malla de gallinero cortada a trozos en esta primera capa y luego di otra jugando con las diferentes tonalidades del magenta y el blanco. Así en algunas zonas la malla quedaba cubierta por la cera pero dejándo su forma y en otras totalmente visible. Cuando la cera empezaba a estar dura jugué con malla para dejar las huellas impresas por zonas. En otras partes saqué la malla incrustada anteriormente dejándo los agujeros. Llegó el momento de la pistola de aire caliente y el soplete para abrir el material y hacer una especie de surcos en los que se veía el fondo de la madera teñida de cobre. Di retoques con cera en las partes en las que el calor había dado formas a la pintura que no me convencían.

     Y llegaron las 3 horas de dedito mojado en agua templada para arrastrar el papel de la impresión y dejar así sólo la tinta impregnada en la cera. Si haceis esto, que sepais que es normal que, llegados a un punto, el dedo parezca que está muerto y no tenga ningún tipo de sensibilidad... Cuando quedó toda la imagen al descubierto también le hice heridas (rascadas, agujeros,...) para envejecerla. Una vez finalizado el transfer le apliqué una capa de barniz en spray para proteger el papel (ya que de haber usado cera, que no es incolora, habría dejado  la imagen más blanquecina).

     Siguiente paso, escribir en las etiquetas, quemarlas y pegarlas en la parte inferior a modo de montaña. Para que quedaran duras les dí un baño con una cantidad pequeña de cera.

     Y por último pegué las cadenas (medidas y cortadas previamente) con superglue. A la recién rota que sale de la boca le colgué la etiqueta final, que había sido bañada en cera.


     Este es el último y, para mí, mejor trabajo que he hecho en esta asignatura. Me gusta tanto a nivel plástico como por lo que representa:






    
     Adiós Fundamentos de pintura 1!!! Hasta pronto Raquel!!!

     GRACIAS!!!!!!

2 comentarios: