lunes, 10 de enero de 2011

Pasteles y bodegón con los mismos.

     La fabricación de pasteles no fue demasiado laboriosa, aunque las motas de pigmento por toda la casa la convirtieron durante un rato en una instalación Pollock. Y el resultado fue....cómo lo diría? Bastante..... desastroso??? Unos con demasiada creta, otros con poca goma de tragacanto,....unos demasiado duros que casi no impregnaban el papel, otros que se deshacían al presionarlos,... En fin...un pequeño desastre....

     Las proporciones teóricas eran:

          -3 cucharadas rasas de pigmento.
          -1 cucharada de creta.

     Se mezclan bien con unas gotitas da agua y se le añade goma de tragacanto previamente preparada (2 gramos por litro de agua, preferentemente destilada, y dejándola reposar hasta que se disuelva, aproximadamente 1 día).

     Sin embargo, cada pigmento se comporta de una manera distinta, así que deberíamos hacer pruebas y pruebas hasta dar con la consistencia perfecta para cada color.

     Con nuestros pasteles en la mano nos toca pintar el bodegón en tonos complemetarios, a ser posible, intentando reflejar bien los espacios más luminosos.

     Este fue el resultado:




     Cubrientes no??? Pues es que se me acabaron los hechos a mano y tuve que acabar el trabajo con unos comprados! Madre mía...qué diferencia.....!!!

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